• Es necesario disponer de un proyecto para rehabilitar la cubierta. El proyecto lo puede hacer un arquitecto en todos los casos o un arquitecto técnico siempre y cuando la rehabilitación no afecte a la estructura.
• Dependiendo de la intervención en la obra, se necesitará instalar un andamio.
• Los aspiradores de las chimeneas deben ser dinámicos en vez de estáticos, con el objetivos de eliminar posibles patologías ligadas a la entrada de olores en las viviendas.
• Es posible colocar instalaciones renovables tales como paneles térmicos, paneles fotovoltaicos y dispositivos de aerotermia en la cubierta.
• Es recomendable estudiar la posibilidad de eliminar el pesebre y sustituirlo por un canalón, a fin de evitar posibles patologías ligadas a la entrada de agua en el interior.

Los materiales que forman parte de la rehabilitación de la cubierta son:

• Soporte: En caso de intervenir en el forjado de la cubierta o en el del bajo cubierta, es recomendable que sea de hormigón u otro material de gran capacidad de almacenamiento térmico.
• Impermeabilización: Es obligatoria en algunos casos y recomendable en todos.
• Aislamiento térmico.
• Revestimiento: Tejas, pizarra o paneles y perfiles metálicos en cubiertas inclinadas y solados fijos, solados flotantes, láminas autoprotegidas o grava en cubiertas planas, entre otros materiales.

Los materiales que deben utilizarse en la rehabilitación de la fachada son:

• Materiales homologados que cuenten con certificados de calidad.
• Disponer de declaración ambiental de producto Tipo I o III, ya que estos productos informan sobre sus impactos ambientales asociados (aislamientos, maderas, láminas impermeabilizantes, tejas, pinturas, barnices y adhesivos, etc.).
• Utilizar madera certificada FSC, PEFC o similar. La madera certificada asegura la correcta gestión ambiental de los bosques y explotaciones, así como los procedimientos empleados para transformar la madera base en el producto manufacturado.
• Priorizar el empleo de materiales reciclados. Por ejemplo, rastreles de madera de origen reciclado para la sujeción de las tejas.
• Priorizar el empleo de materiales reciclables a su fin de vida, cuyos componentes puedan ser separados fácilmente. Por ejemplo, resulta muy adecuado que las membranas o láminas impermeabilizantes, no vayan adheridas al soporte, ya que, además de dificultar su separación y reciclaje selectivo, en su fijación pueden emitir humos tóxicos.
• En materiales y revestimientos de cubiertas (zinc-titanio, paneles sándwich, paneles de chapa galvanizada, etc.) y en instalaciones (canalones, bajantes, remates de chimenea, etc.), se recomienda evitar el uso de materiales y recubrimientos con alto contenido de metales pesados (plomo, cadmio, cromo, zinc, níquel), ya que pueden contaminar las aguas de lluvia. La utilización del plomo, además, está estrictamente prohibida.
• A la hora de utilizar productos cerámicos esmaltados, evitar que sus esmaltes contengan metales pesados (plomo, bario, cadmio, molibdeno, selenio, vanadio, zinc y estaño).

• El CTE exige un mantenimiento obligatorio que incluye:
• La limpieza de los elementos de desagüe (sumideros/canalones/rebosaderos) y comprobación de su correcto funcionamiento una vez al año y después de cada tormenta importante.
• Recolocación de la grava una vez al año.
• Comprobación del estado de conservación de la protección o tejado y de los puntos singulares cada 3 años.
• Siempre que se rehabilita una cubierta es altamente recomendable instalar una línea de vida para poder realizar las tareas de mantenimiento cumpliendo unas condiciones mínimas de seguridad y salud.
• El acceso a la cubierta debe de poder realizarse a través de huecos accesibles y se debe disponer de los medios necesarios para acceder a la misma.

• El coste aproximado de la obra, incluyendo el andamio, es de 270€/m2 (sin I.V.A) si se interviene en la estructura. Si no se interviene en la estructura el coste se sitúa entre 150€/m2 a 200€/m2.
• Por un lado, existe la tasa de la licencia de obras, que ronda el 5% del presupuesto de ejecución material de la obra, pero depende de cada municipio, y por otro lado están las tasas de ocupación de la vía pública. Ésta última siempre y cuando sea necesaria.
• Existen ayudas municipales y autonómicas.
• Si el edificio tiene más de 50 años o se quieren solicitar ayudas, es necesario disponer de la ITE.

• La obra requiere, con carácter general, una licencia de obra mayor siempre que se actúe en la estructura o se modifique su composición. Depende de las características de cada edificio por lo que se recomienda consultarlo.
• La obra requiere el voto favorable de la mayoría de los propietarios, que a su vez, representen la mayoría de las cuotas de participación.